Crónicas de un teórico en Paranal (1/3)

Para los lectores que no me conocen, les cuento que soy astrofísico teórico y que estudio en particular las primeras etapas de formación planetaria alrededor de estrellas jóvenes. La gran pregunta que trato de responder es la siguiente: ¿cómo y dónde se forman los primeros embriones planetarios? Ser teórico significa que suelo hacer cálculos y simulaciones numéricas de sistemas tales como discos (protoplanetarios) que orbitan estrellas jóvenes. Por ende, mi trabajo como "astrónomo" está bastante desligado de las observaciones propiamente dichas. Aclaro esto ya que la mayoría de la gente sigue teniendo una visión un tanto romántica del astrónomo que pasa largas noches en lugares recónditos del mundo observando un maravilloso cielo estrellado...

Sin embargo, esto no significa que no me importen las observaciones: ¡todo lo contrario! Éstas son cruciales ya que nos dicen cómo se comporta realmente la Naturaleza y nos evitan elucubraciones teóricas demasiado descabelladas. El pequeño problema es que no siempre nos dan suficiente información: sólo conocemos una parte del sistema y tratamos de entender lo que está pasando en el disco en su totalidad. De manera concreta, el objetivo es buscar mecanismos físicos que expliquen lo que se observa. Siempre me pareció muy ilustrativa la imagen siguiente: imagínense que nunca han visto ni escuchado hablar del ajedrez y que tienen la ocasión de presenciar una partida entre dos expertos. Al principio se encontrarán perfectamente desorientados ante la diversidad de las piezas y sus respectivos movimientos. Luego de algunos minutos de observación, se darán cuenta de que los alfiles sólo se mueven en diagonal, las torres exclusivamente en línea recta, el rey sólo un casillero pero en cualquier dirección, la reina puede desplazarse en cualquier dirección y el número de casilleros que desee, etc. Probablemente, los movimientos del peón y del caballo sigan siendo un tanto enigmáticos... pero nada comparado con el enigmático enroque! Aún así, el objetivo del juego parece revelarse de a poquito a medida que avanza el juego. Bueno, algo muy parecido pasa con las ciencias naturales: es como si estuviésemos observando el gran juego de la Naturaleza y tratando de inferir las reglas (leyes) del juego a partir de lo poco que vemos. En este caso, el objetivo del juego no está para nada claro... Pero me estoy alejando del tema, volvamos a las observaciones astronómicas :-)

Llegada a la residencia para astrónomos de la ESO
(European Southern Observatory) en Paranal
Hace unas semanas me llevé una gran sorpresa cuando mi amigo astrónomo Sebastián Pérez (autor de la Bitácora Planetaria) me propuso ir a pasar 4 días al VLT (Very Large Telescope) de Paranal. El objetivo era realizar una serie de observaciones de discos protoplanetarios en sistemas binarios. La gracia de observar estos sistemas es que al haber dos estrellas relativamente cerca la una de la otra, sus discos respectivos se deforman por efecto gravitacional y se pueden ver estructuras absolutamente fascinantes: espirales, sombras, deformaciones, etc. Las asimetrías de estos discos, además de ser enigmáticas, son de una gran belleza! Nos pusimos entonces en marcha hacia Antofagasta y de ahí continuamos por vía terrestre hasta escasos kilómetros de la cumbre del cerro Paranal donde se encuentran los telescopios.

Interior de la residencia: pileta y plantitas para mantener
húmedo el ambiente en medio del desierto
 Al llegar allá arriba, me dio la sensación de que el bus era una suerte de nave espacial: dejamos la ciudad costera de Antofagasta y llegamos a "otro planeta". ¡Un lugar perdido en medio del desierto! Si no fuese por la presión atmosférica y el color del cielo, uno podría creer que se trata del planeta Marte. En la foto de acá arriba pueden ver lo asombrosa que es la entrada de la residencia para astrónomos. El aire es tan seco allá arriba que, para comodidad de los trabajadores, han instalado una pileta y una zona de vegetación (ambas espectaculares) dentro de la residencia. A los fans de James Bond este lugar quizás les resulte familiar... El primer día fue de descanso y visita de las inmediaciones. La idea era tratar de trasnochar todo lo posible para ir preparando el cuerpo y el espíritu para la gran noche de observación que nos esperaba.

Vista panorámica a unos 100 metros de la residencia (izquierda).
Los telescopios se encuentran al final del caminito llamado "Startrack" (derecha).

Atardecer en Paranal
¿No les parece una base marciana?
Acá arriba pueden apreciar una vista panorámica del lugar. Notarán sin duda que es ¡perfectamente árido! En la próxima entrada les contaré cómo se prepara una observación de este tipo y mi inolvidable visita a la plataforma donde se encuentran los telescopios. No les miento si les digo que asistir a la apertura de las cúpulas de los telescopios fue un gran momento de mi vida :-)

¡Saludos desérticos!

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